Presentaros a unas elecciones, nos decían cada vez que decíamos que esta no era una democracia, cada vez que protestábamos y poníamos en cuestión su legitimidad, una legitimidad basada en un modelo de representación en crisis.
Nos decían que montáramos un partido sabiendo que era una quimera sin el apoyo de los bancos, sin el apoyo de los grandes medios, sin el apoyo de las principales empresas del pais.
Ignorar todos los deseos de cambio radical que representó el #15m o la PAH solo consiguió que muchas de esas fuerzas confluyeran en «lo electoral», sin bancos, financiados por crowfunding, a base de la voluntad y el sacrificio de miles de personas, una gran marea de personas que decidieron que si nos unimos los de abajo no necesitamos a los de arriba, y que solo cambiaremos realmente las cosas si lo hacemos desde abajo porque los de arriba quieren seguir viviendo de lujo a nuestra costa.
Y miles de personas fueron más fuertes que bancos, que periodistas a sueldo del régimen, fueron más fuertes que unos partidos políticos convertidos en máquinas electorales financiadas con dinero negro de la corrupción.
Y al final para dejar al PSOE al filo del precipicio, quien tendrá que elegir entre los que les votan o los que les financian, tal vez nos falte unos miles de votos para liderar desde abajo un cambio, o tal vez el PSOE sea inteligente y opte por sus votantes, por los ciudadanos de su pais.
Sea como sea, mi más profunda admiración por esos miles de personas que pegando un cartel, diseñándolo, tuiteándolo, o demostrando, los que ya están en las instituciones, que se puede hacer política al servicio de los más desfavorecidos, mi más profunda admiración, habéis hecho historia, nuestra sociedad ya ha cambiado, y las instituciones también las vamos a cambiar, no como un objetivo en sí mismo, sino como un instrumento al servicio del bién común, de los más desfavorecidos.
Los próximos años van a ser duros, y nos vamos a seguir necesitando.