La tribu eligió un nuevo jefe, lo primero que hizo fue renunciar a la cuarta comida diaria, que solo disfrutaba él, a sus sastres personales, que los puso a renovar los uniformes de los cazadores, se quedó viviendo en la misma estancia que antes de ser jefe y reunió a la tribu en lo que antes era la estancia del jefe y les preguntó que hacer con ese espacio.
Lugar de fiesta, espacio para descansar los enfermos, una escuela, surgieron un motón de propuestas y todos se quedaron mirando al jefe esperando que se decidiera por alguna de ellas, el jefe de la tribu dijo «Si no sois capaces de decidir entre todos, y poneros de acuerdo, está estancia se quedará como mi propia estancia», les dio un día de plazo en el que se fue a las montañas a reflexionar, cuando volvió, la tribu había elegido un nuevo jefe.