Es nuestra hora, Ganemos Jerez #GanemosJerez #GanemosTodo

En este artículo recojo preguntas y reflexiones sobre como deberían ser las candidaturas ciudadanas que están surgiendo por todo el pais, uso mi ciudad en el título porque considero que en mi ciudad también sería posible una iniciativa parecida. El artículo no analiza la coyuntura concreta de Jerez.

La aparición de Guanyem Barcelona (Ganemos Barcelona) ha servido para poner nombre a este nuevo ciclo electoral, donde la ciudadanía y los movimientos sociales están poniendo en marcha procesos de confluencia que puedan dar lugar a candidaturas democráticas capaces de interpelar a una mayoría social que rechaza las viejas práticas políticas y pone sobre la mesa una nueva forma de hacer las cosas.

Frente a la decadencia de la vieja política, la debilidad de las alternativas, los nuevos movimientos sociales crecen, la lucha contra los desahucios, las mareas, la movilizaciones por un proceso constituyente y multitud de luchas sociales se encuentran con un muro institucional. Las insituciones están cerradas para la ciudadanía y movimientos sociales y abiertas para una oligarquía, y ese mismo esquema nos lo encontramos en nuestras ciudades, barrios e instituciones más cercanas.

Ganemos la Ciudad

El asalto a las institucionales no es para ganar unas elecciones, es para romper ese bloqueo institucional, para ganar la ciudad.

Un movimiento que ponga el peligro los tradicionales negocios de las élites económicas encontrará resistencias y entrará en conflicto con los poderes ocultos de la ciudad. De este conflicto solo podemos salir victoriosos si existen un movimiento ciudadano, no puede ser un proyecto encargado y dejado en las manos de un pequeño grupo de concejales, sino que necesita de la participación de gran parte de la ciudadanía.

Es nuestra hora

El modelo tradicional y vanguardista de partido está en crisis, las experiencias de apertura dentro de ellos están muy lejos de las experiencias de participación ciudadana y mezcla con la ciudadanía que han experimentado los movimientos sociales más pegados a la ciudad.

Son los colectivos e iniciativas que llevan años trabajando pegados al ciudadano los que han acumulado una mayor cantidad de legitimidad y aprendizajes, necesarios para poner en marcha procesos participativos ligados a las instituciones.

Para conseguir la confianza de la ciudadanía es necesario un compromiso de reparto del poder, de manera que la victoria electoral de una alternativa de estas características signifique para el ciudadano un empoderamiento real, ofreciéndoles herramientas de participación y democracia directa adecuada a las características de las sociedades modernas, permitiendo la participación en espacios tanto físicos y virtuales, tanto individuales como colectivos.

Mandar obedeciendo, preguntando caminamos

Es necesario establecer una hoja de ruta basada en las preguntas y no en las respuestas, «mandar obedeciendo» y «preguntando caminamos» que dirían los zapatistas. Es necesario preguntar a los distintos actores de la ciudad que significaría para ellos ganar la ciudad, que cambios quiere hacer la ciudadanía para hacer más suya la ciudad y las instituciones. Y es necesario que la participación y la apertura sea parte vertebral del programa y no solo parte de la campaña electoral.

Es imprescindible detectar las distintas comunidades que habitan nuestra ciudad, y los distintos medios y vías de comunicación con ellos. Los barrios no son el único espacio de relación entre vecinos, y una gran cantidad de la población no tiene su comunidad más cercana en su barrio, o incluso se sienten parte de un barrio distinto, en el que no viven. La mejora de los medios de transporte y la pluralidad de la sociedad provoca que existan comunidades socio-culturales en torno a la que las personas se reunen más allá del barrio. Los ciclistas, los migrantes, los jóvenes, los artistas, etc. constituyen distintas comunidades a las que preguntar y con las que caminar.

El ciclo de luchas desde el 15m potencia movimientos menos personalistas, más horizontales y descentralizados, que hablan a una pluralidad de actores, frente a la construcción de discurso monolítico, una movimiento constituyente iniciado por un movimiento municipalista es el escenario ideal para poner en marcha procesos constituyentes más allá del municipio, haciendo realidad nuevos modelos de relación de las instituciones con la ciudadanía y de los representantes con sus representados.

Existe una clara demanda social de mecanismos de democracia directa, participación ciudadana y transparencia.

Las personas si importan, el reto de poner caras

Pero inevitablemente serán necesarias personas que encabecen estas candidaturas, tanto por su imperativo legal como por su utilidad comunicativa, necesitamos personas reconocibles por la ciudadanía que verbalicen las nuevas propuestas. Estas personas deben ejercer un liderazgo que reparta el poder que tengan, además de ser un liderazgo compartido y plural de manera que en el proyecto político y en las caras se pueda sentir representados personas con distintos perfiles. Pero también es necesario que sean personas en las que podamos delegar multitud de decisiones diarias que tendrán que tomar y no podrán ser consultadas. Que estas personas sean previamente conocidas facilita el proceso pero es lo menos necesario.

El proceso de elección de las personas es importante, pero hay que cuidar que no derive en una cesión de la responsabilidad y las decisiones a pocas personas, es necesario que durante el proceso se creen mecanismos de participación y control para ejercer el poder individual que todos tenemos en una democracia real durante los siguientes 4 años de gobierno.

Sin duda se trata de un proyecto ambicioso, a la altura de las circunstancias históricas y capaz de conectar con gran parte de la ciudadanía, pero requiere también de la generosidad de los actores participantes.

En sociedades plurales y diversas, es indispensable que sea un proyecto intergeneracional, plural e intercultural donde la seña de identidad sean la inclusividad frente a identidades cerradas y autoreferenciales.

Las cesiones no deben ser fruto de las negociaciones entre distintas tendencias o en despachos, sino de la cesión de la toma decisiones a la inteligencia colectiva y a la participación, siendo la deliveración y la democracia interna las claves de la resolución de los conflictos.

Partidos políticos pre-existentes

Especial papel jugarán en el proceso los partidos políticos. Existen opciones electorales que apenas han tenido experiencias de gobierno, o las pequeñas cuotas de poder no le han permitido emprender grandes cambios institucionales, y a pesar de los fallos que hayan cometido (o estén cometiendo) el objetivo no es competir contra estas opciones electorales, no es luchar por unos votos que solo nos llevarán a la oposición. Procesos como este servirán a estas organizaciones políticas para acelerar y alimentar las tensiones internas que ya sufren, dando más fuerza a las corrientes de apertura y democratización interna.

Si se quiere interpelar a una mayoría social y plural siendo inclusivos es indispensable no proyectar una imagen monolítica y homogeneizadora de la propuesta política, nuestras sociedad más plurales y diversas requieren de identidades flexibles y abiertas, dirigiéndose a la sociedad en distintos códigos y lenguajes, huyendo de lenguajes y ideologías altamente identitarios.

La confección de listas ciudadanas y el proceso de primarias abiertas, donde puedan participar candidatos de partidos políticos, debe dinamizarse potenciando la construcción ciudadana de las candidaturas, no solo en las listas, sino también del programa y de la participación en la toma de decisiones después de las elecciones. La dinámica se debe basar en la colaboración frente a la actual cultura de la competencia en la relación entre distintas fuerzas políticas.

Conseguir el apoyo de una mayoría de la población implica salir de nuestro círculo de confort, trazando alianzas amplias, alianzas que deben basarse en una alta exigencia democrática y una gran generosidad hacia la inteligencia colectiva.

#SíSePuede

Esto que está siendo posible en Barcelona, en Madrid, en Málaga, en A Coruña, en Valladolid, en Zaragoza, en Tetuan, en Logroño, en Murcia, en Córdoba… también es posible en Jerez. Es nuestra hora, #GanemosJerez

 

Paralelismos entre #15m y Podemos

Aviso: artículo ultra-subjetivo

Desde que se conoció el éxito electoral de Podemos observo en las reacciones a Podemos un Deja Vu con mi experiencia en el 15m, veo muchísimas similitudes con el proceso que llevó al 15m.

Tuve la suerte de participar del grupo promotor de las manifestaciones del 15 de Mayo de 2.011 (conocido ahora como DRY), y tuve la oportunidad de observar las reacciones que los acontecimientos producían en la ciudadanía, en los movimientos sociales y en los medios de comunicación y las distintas lecturas del fenómeno. Las reacciones de los medios de comunicación no dejan de ser reflejo de las reacciones de «El Poder».

Como voy a comparar 15m y Podemos, no tengo más remedio primero que señalar las diferencias:

– Liderazgo y dirección: El mensaje del 15m fue sencillo e incluso simplista, la potencia comunicativa más interesante fue construida en red, principalmente a través de internet, los mensajes del 15m se enviaban a la red, pero esta los transformaba, creaba nuevos mensajes (muchos contradictorios), y cada uno tenía su propia visión de lo que «pedía el 15m». A esto se le sumó una explosión creativa que hacía que cualquier personas libremente creara videos, carteles, etc. convocando a las manifestaciones del 15m. En el caso de Podemos aunque se promueve la creación de los círculos, que funcionan autónomamente, es el grupo motor quien planifica el mensaje a difundir, la estética, el lenguaje, etc.

– Relevos: DRY toma especial protagonismo pero enseguida ese protagonismo es repartido, se diluye entre acampadas, y durante este 15m el protagonimo va pasando de mano a mano, de DRY a las asambleas, a la Plataforma en Pie, a la Coordinadora 25s, a las PAHs, etc. Por el contrario en Podemos el protagonismo y la referencia está siempre en un mismo sitio y bajo el control de las mismas personas.

– Mutación: El 15m es viscoso, sin forma fija, es capaz de mutar, de transformarse en otra cosa, incluso aparentando que esa otra cosa no tiene nada que ver con la anterior. No existe una referencia clara de que es el 15m, mientras que Podemos tiene un teléfono a el que llamar, es un partido político (por muy de moda que esté en los partidos políticos decir que no lo son).

– La democracia en el 15m se practica desde la libertad, cualquier puede iniciar una acción en nombre del 15m, esa acción se puede quedar en la acción de una asamblea, o llegar a tener una relevancia estatal si se colabora con más personas y se lleva a cabo. Aún así cuando alguna asamblea o colectivo trata de usurpar los que es el 15m usando su nombre sin tener un amplio apoyo para realizar una acción que puede ser polémica sufre el descrédito comunicativo. Todo esto se produce sin ningún tipo de estructura democrática, a diario. En Podemos la democracia directa se ha ejercido solo para elegir los candidatos en las primarias.

– En el 15m nunca te enterabas de lo que pasaba con la prensa, al contrario los que participaban en cualquier asamblea veían información incorrecta sobre el 15m en los medios de comunicación y la detectaban, porque toda la información está en todos sitios. Recuerdo una persona de una asamblea de Sevilla hablando con una periodista explicándole cosas de todo el pais y ella le pregunta que como se enteraba de esas cosas y él le respondía que por Twitter. Al contrario en Podemos hemos visto como algunos círculos reaccionan en contra de determinadas decisiones del grupo promotor, decisiones de las que se enteran por la prensa.

Ahora que ya he señalado muchas de las diferencias profundas entre lo que es Podemos y lo que es el 15m me gustaría señalar las similitudes y como se han producido las mismas reacciones por parte de ciudadanía, activistas y medios.

El 15m y Podemos triunfa en dos escenarios distintos, en 15m en el poder de convocatoria para movilizaciones y Podemos en la escala electoral, en ambos casos se plantean objetivos que se consiguen en 4 meses, objetivos que en cualquier grupo activista se habría considerado totalmente útopico, en el caso del 15m movilizaciones multitudinarias y acciones de desobediencia distribuidas por todo el estado, y en el caso de Podemos situarse como cuarta fuerza política haciendo peligrar la posición de monopolio que tenía IU como alternativa de izquierdas al PSOE.

Lo que hacen este tipo de movimientos es actuar sobre todo comunicativamente sobre la población, no sobre el mundo político, su lenguage y su mensaje va dirigido a un amplio sector social. Lo que hace sobre todo el 15m y Podemos es hacer realidad el slogan «Si Se Puede» de la PAH, de hecho Podemos incluso los usa en campaña. Se trata de detectar que cosas no se han hecho, pero que son posible hacerlas y la ciudadanía está preparada, son cosas que no se suelen hacer porque nunca se han hecho, porque siempre ha sido imposible.

15m y Podemos se «saltan» a las organizaciones clásicas, en vez de criticar a los sindicatos, a los partidos políticos, en vez de decirles, en el caso del 15m a las organizaciones que se movilicen, o en el caso de Podemos decirle a IU lo que hay que cambiar para despertar ilusión y generar confianza, lo que se hace es construir la alternativa, hacen una especie de Fork (y digo fork porque se reutilizan muchas cosas que enumero más adelante).

A priori tanto 15m como Podemos tuvo cierto rechazo por parte del activismo y de las personas más influyentes en las organizaciones sociales más politizadas.

El rechazo del activismo a priori considero que se debe a dos causas principalmente:

1) La eliminación por parte del 15m y de Podemos de los cauces clásicos de «unión» basados en unir siglas de organizaciones.

2) El mensaje va más dirigido a la población no movilizada que a la que ya está movilizada.

Por un lado que no se les tenga en cuenta a los activistas como actores centrales de la historia, y por otro que el mensaje no sea detectado como propio, incluso encontrando guiños a sectores sociales más allá de la izquierda, por ejemplo en el caso del 15m se evita etiquetas y en el caso de Podemos hay guiños a «cosas» como la Patria o las fuerzas del orden.

Curiosamente aquellas cosas que hacen que los activistas rechacemos a priori estos proyectos son las mismas que lo hacen posible.

Una vez ha tenido éxito, los activistas se acercan, al 15m o Podemos, y entonces se acercan para dar lecciones. Tras el éxito el activista piensa que no se puede ser ajeno a lo que pasa, y sin analizar sus errores previos que descartaban el éxito de esta propuesta acuden a asambleas a dar lecciones, a decir lo que hay que hacer, sin esforzarse en detectar cuales son las claves del éxito.

Otro efecto que considero común a 15m y Podemos es que tras la victoria se idealiza, son movimientos que consiguen objetivos para muchos utópicos, por lo que se idealizan, se teoriza sobre lo que han hecho y a mi modo de ver a menudo incluso características que para mi son negativas se consideran como positivas. (que triunfes no quiere decir que todo lo hagas bien).

Por último, la excepcionalidad del fenómeno nos hace fijarnos demasiado en el fenómeno concreto, sin entenderlo dentro de un proceso, así se trata de identificar el mérito de la victoria en la excepcionalidad de un grupo de personas concretas, sin entender que forma parte de un proceso histórico. Para muchos a partir del 15m ya no existía movilización social que no fuese el 15m, y para muchas personas para convocar una manifestación por cualquier causa no había que pedir permiso al gobierno pero sin no te daba permiso la asamblea del 15m no se hacía.

En el caso de Podemos es importante entender que forma parte de un proceso histórico, donde los movimientos sociales impotentes ante la inmovilidad institucional, convirtiendo los parlamentos en la última e infranqueable barrera de cualquier reivindicación de cambio.

Es más que probable que los aprendizajes de Podemos sirvan para nuevas propuestas electorales, que no se llamarán Podemos, igual que el 15m generó nuevos procesos de movilización que no pasaban por las asambleas del 15m y de DRY.

Por último una de las carácterísticas que más me han sorprendido del 15m y también ocurre en Podemos es que realmente no inventan nada, usan prácticas muy novedosas en el entorno en el que actúan, pero son prácticas novedosas pero que ya se han puesto en marcha experimentalmente con anterioridad, aprovechando toda esa experiencia positiva, y juntando muchas de esas cosas nuevas que han funcionado en pequeños proyectos para un proyecto más grande.

El 15m por ejemplo se revela innovador en el uso de Internet como herramienta de organización y movilización, pero todo lo que hace (búsqueda de Trendings Topics, promoción con videos en youtube, redes sociales, recogida de firmas digitales, etc.) se han puesto en marcha con anterioridad, también Podemos que irrumpe en el ring político con un discurso muy novedoso, en realidad el discurso es novedoso dentro de un plató de televisión o en boca de un candidato electoral, pero bebe en gran medida del discurso del 15m.