Los impuestos tributarios del estado se agrupan en 4, IRPF, Sociedades, IVA y Impuestos Especiales.
En este post voy a analizar la evolución de estos impuestos, cuales se han subido y bajado, concretamente voy a analizar la proporción de unos con respecto a otros. Es decir, no voy a analizar si determinados impuestos suben o bajan, sino cual es su peso con respeto al resto.
Concretamente en 2012 los impuestos se distribuyeron de la siguiente manera:
IRPF 43,94%
Sociedades 13,34%
IVA 31,4%
Impuestos Especiales 11,33%
El IRPF es la declaración de la renta que la mayoría de personas (que
ganamos algo de dinero) presentamos cada año, y representa casi el 44 por ciento de la recaudación, es un impuesto puramente progresivo, solo paga quien gana dinero, y
cuanto más ganes más pagas (dejo aparte las diferencias entre la presión fiscal a las rentas del trabajo y a las del capital). Sociedades es el impuesto a empresas que representa porcentualmente más o menos lo mismo que los Impuestos Especiales (Alcohol, Tabaco, Gasolina, Electricidad, etc.), lo pagan las empresas, y solo aquellas que tengan beneficios.
El IVA todos sabemos lo que es, todos (o casi todos) lo pagamos cuando consumimos, aunque sea habitual que personas que tengan empresas carguen muchos de sus gastos personales a su empresa, evitando pagar este IVA, además declarar menos beneficios, como telefonía, ordenadores, vehículos, comidas o hasta su propia casa.
La diferencia entre lo recaudado con el impuesto de sociedades y con el IRPF es mucho más grave cuando se tiene en cuenta que en los últimos años han bajado las rentas que cobran los trabajadores mientras han subido las rentas empresariales.
El siguiente gráfico muestra la evolución de estos impuestos desde hace casi 20 años, dejo que cada uno tome sus propias decisiones, pero sorprende la bajada de impuesto de sociedades y subida del IRPF en la época de Zapatero, y lo contrario en la época de Aznar, cuando teóricamente «la izquierda» intenta proteger a los trabajadores y la derecha suele identificarse con beneficiar a las empresas.
La caida del impuesto de sociedades, del IVA y de los impuestos especiales puede vincularse directamente a la crisis, a la caida de beneficioes y del consumo, pero hay que tener en cuenta que estos datos representan el % del total de los impuestos, y las rentas de las personas también han disminuido con la crisis. Teniendo en cuenta además que las rentas empresariales han aumentado con respecto a las rentas del trabajo observamos durante la crisis un aumento de la presión fiscal sobre las personas y una relajación de esa presión social sobre las empresas.
Hay más aspectos a tener en cuenta, hablo del IRPF como impuesto a las personas y no a los trabajadores, porque ahí se incluye también el impuesto sobre las rentas del capital, como los dividendos o las ganancias patrimoniales, aunque la gran mayoría de lo recaudado está vinculado a las rentas del trabajo.
Por último me parece importante destacar los trabajadores, a través de la nómina pagamos la Seguridad Social, impuesto que no debe pagar alguien que viva de otra cosa que no sea trabajar (aunque podrá acceder a una pensión no contributiva en su vejez). Quien no trabaja porque tiene otra vía de ingresos, como acciones, alquiler de inmuebles, ahorros, etc. no paga Seguridad Social y paga menos en el IRPF que si ese dinero lo cobrara trabajando.