En las elecciones andaluzas se ha producido la tormenta perfecta, por un lado se ha producido una pérdida de confianza en las fuerzas progresistas, el PSOE que parecía recuperarse un poco con Pedro Sánchez se ha hundido en Andalucía y Podemos con IU no ha sumado ni sus propios votos. Por la derecha surge una fuerza nacionalista y reaccionaria.
La clave del vuelco electoral está en VOX, el Partido Popular ha perdido votos, también han perdido votos PSOE y Podemos/IU, en Cs aunque ha ganado votos, los votos que han ganado son menos de los que ha perdido el Partido Popular. El bipartidismo sigue hundiéndose, continua la tendencia iniciada en 2.011 que marca una continua bajada de votos de PP+PSOE, la novedad es que ese desapego de la ciudadanía a las organizaciones políticas clásicas le afecta ya también a Podemos.
Por la derecha Cs y PP ha derechizado su discurso, Cs comienza ya a situarse políticamente muy cercano al Partido Popular, siendo percibido por la sociedad como un Partido Popular 2.0, de ahí que no consiga ni los votos que pierde el PP.
Finalmente (iba a ocurrir tarde o temprano) se ha roto la base social del PSOE en Andalucía, y si pierde el gobierno y sus redes clientelares se acelerará, pero Adelante Andalucía no se percibe como nueva política, si no ha sido capaz de mantener a sus propios votantes, mucho menos de captar el voto que perdía el PSOE y aún menos ilusionar a quienes quieren algo más que un simple cambio de gobierno.
Hemos descubierto como en las últimas semanas el discurso más reaccionario se ha extendido entre nuestros vecinos, el mensaje del odio que culpabiliza a los inmigrantes de la pobreza ha calado en las clases populares. Produce perplejidad para quienes hemos luchado en las calles por la dignificación de nuestros barrios, contra los desahucios, por una sanidad y educación digna, veamos como esa población ve en la extrema derecha algún tipo de esperanza, como parecen haber olvidado que las situaciones de paro y pobreza que sufrimos especialmente en Jerez tiene responsables muy españoles (políticos) o no tanto (bancos), pero en cualquier caso no son los más pobres los culpables.
El enemigo contra el que hay que enfrentarse no es pequeño, Cs y VOX no estarían donde están si hubiesen tenido la misma vigilancia y fiscalización de los medios de comunicación que ha tenido Podemos, por eso luchar con las armas del sistema, hacer política con las herramientas clásicas de notas de prensa, comunicados, canutazos, carteles y mítines nos coloca en su territorio. VOX ha recibido un apoyo internacional de alto nivel y ha utilizado las mismas técnicas que han usado Trump en USA o Bolsonaro en Brasil.
Pero más allá de discursos catastróficos, el aumento de la derecha se debe más a la desmovilización o institucionalización de las fuerzas progresistas que a la movilización de la derecha, que también ha existido. Combatir el fanatismo va a ser tareas de todos, más allá de la política institucional, no tenemos los medios de la derecha por lo que nuestro mensaje debe ser difundido a través de una red de personas, colectivos y organizaciones con implantación territorial, y la candidatura debe ser una herramienta de estos movimientos, no se trata de que los movimientos sean una herramienta de la candidatura para alcanzar el poder, los movimiento no deben «apoyar» ninguna candidatura y mucho menos funcionar en base a estrategias electorales o de partido, como parecen sugerir Podemos e IU cuando hacen, ahora, un llamamiento a los movimientos sociales.
No se trata tanto como dicen algunas voces dentro de Podemos de «volver a los orígenes», se trata de creerse realmente la construcción de otro tipo de organización política que empodere a la ciudadanía, la puesta en marcha de otros modelos de liderazgos menos personalistas y más populares.
Pero no que hay que ser es catastrofistas, lo que está pasando es que la sociedad lleva ya casi una década de crisis y empobrecimiento y pide ya un cambio profundo, conectamos con la sociedad cuando el 15 de Mayo de 2011 impugnando el modelo de nuestra democracia representativa y el excesivo poder de las oligarquías, conectamos con la sociedad cuando en 2015 promovimos candidaturas municipalistas que ahora gobiernan en varias ciudades, conectamos con la sociedad cuando las mujeres organizaron con éxito una huelga feminista, conectamos con la sociedad cuando salimos a la calle con los pensionistas y volveremos a conectar con la sociedad, con nuestros vecinos, si dejamos de preocuparnos por marcas electorales, por cargos, y construimos un movimiento que convierta este momento histórico en una oportunidad. España es en un pais de contrastes, un pais que a la vez que todavía conserva calles a fascistas ha sido pionero en el matrimonio gay y derechos sexuales, que la vez que conserva una adjudicatura machista es puntero en la lucha por la igualdad, mejor que buscar culpables (siempre en los otros) o flagelarnos, pongamos en valor la pluralidad de nuestra sociedad.